Vender o no vender

Después de un tiempo en este oficio he pasado por varias formas en que me propuse proyectar mi labor y esto me ha traído varios estados también. 

Desde la sensación de encontrar mi fuente de todo, de pasión, de trabajo, de realización, hasta descubrir poco a poco que el esfuerzo por obtener ganancias y la energía empeñada en eso ha mermado el gusto e incluso el desarrollo creativo que inevitablemente te pide evolucionar. 

Al principio, cuando un objeto se vende como pan caliente, comienzas a detenerte en él y hacer más y más de lo mismo, bueno, incluso cuando no se vende como pan caliente pero sí se vende más que otro. Esa creación en particular puede ser o no lo que realmente va a definir un estilo o un concepto personal, no es que no sea bueno repetirlo, pero cuando su razón es "vender" se olvida parte de la original y verdadera razón de crear.

Cuando uno quiere obtener ganancias con su arte se transforma en un emprendimiento y así debe ser absolutamente. Hay que organizarse, marketearse, estudiar posibilidades, detectar nuestro público objetivo y definir una línea de trabajo dirigida a ellos, la idea romántica de pensar que porque es bello va a venderse no siempre es suficiente, pero hay que tener cuidado al momento de agotarse en el esfuerzo, porque se supone que si se toma como un trabajo, igual es distinto a cualquier trabajo, nace de un impulso interior que no esta interesado en ganar dinero, esa neurosis es aparte.

Hay artistas que la hicieron rápido, hay otros que siguen buscando formas, pero creo que todos quieren lo mismo,  llegar al punto en que dejen de preocuparse por qué hacen y como venderlo, simplemente quieren hacer, y supongo que lo importante es hacer, porque mientras más propio se vuelve lo que uno hace más atractivo resulta sin esfuerzo. 

Es necesario sentarse en el espacio de trabajo y olvidarse de otro propósito, si te sientas a tratar de hacer algo vendible lo mejor es que busques otro emprendimiento, crear y hacer es el propósito.

Me costo entenderlo, y aún me cuesta, recuerdo la inmensa energía con la que empecé y cuanto en algun momento me costo recuperarla, y esa energía tenía que ver con : "Que impresionaste es haber conseguido crear esto!" y no "¿A cuanto lo puedo vender?". 

El término medio para convivir con el crear y el vender lo tiene que dar el criterio y no la neurosis. Hay que crear con confianza y esa confianza es mayor cuando no esta tan sometida a hacer por pega.


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